Resiliencia y poner límites

Si decides trabajar como trabajadora sexual, es importante que determines de antemano
cuáles son tus límites. Por ejemplo, lo que harás o no harás con los clientes, cuando quieres que te paguen, dónde te reunirás o no con ellos. Esto puede prevenir imprevistos situaciones o preguntas con un cliente.

Por ejemplo, ¿qué hacer si ya estás trabajando con un cliente que espontáneamente le pide que haga algo más allá de lo acordado? ¿Qué hacer si un cliente habitual dice no se acuesta con nadie más y te pide que le permitas no usar condón contigo? ¿Qué hacer cuando realmente necesitas el dinero y tu cliente te presiona para tener sexo anal cuando no quieres? ¿Cuáles son tus límites en términos de sadomasoquismo, drogas o tríos?

En la práctica, lidiar con situaciones como estas a veces puede ser más difícil que lo imaginado. Es importante mantenerte firme en tus decisiones, elecciones y límites.

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